Productores de patata de la comarca de A Limia protestaron este miércoles en la capital ourensana los precios a los que se le paga el tubérculo, vendiendo las patatas a los ourensanos en plena calle a precios inasequibles en el mercado.
Aún así “ganámoslle”, señalaban los productores, cuando explicaban que se les paga el kilogramo de patata en los almacenes a 4 céntimos, que luego el consumidor paga en los mercados a 60 céntimos. Esto es 15 veces más es decir, un 1.500% de incremento del precio originario del producto.
“Non só esta en xogo o mantemento do sector produtor de alimentos deste país, senón que tamén está en xogo o feito de que a cidadanía toda poidamos seguir alimentándonos con produtos sans e de calidade, así como impedir o monopolio das multinacionais da alimentación”, señala el Sindicato Labrego Galego, promotor de esta acción de protesta.
Existe a estos efectos una “taboa reivindicativa” que sindicato agrario y productores vienen reclamando a las administraciones, y con la que consideran que se podía hacer frente a la crisis por la que atraviesa el sector primario en general y los productores de patata ourensanos en concreto.
Se plantea, de entrada, el reequilibrio entre la oferta y la demanda, porque “ten que haber sistemas públicos de regulación e control da produción”, señalan. Igual que tiene que haber mecanismo de regulación de los mercados, y precios mínimos para cubrir costes los productores y hallar una justa remuneración a su trabajo.
Se plante, así mismo, “mecanismos de protección das fronteiras”, junto a la potenciación de la presencia de los productos autóctonos en los mercados locales y de proximidad y el apoyo a la venta directa de los productos.
Además de otras propuestas que se hallan en esta tabla reivindicativa, Sindicato Labrego Galego y productores de patata de A Limia abogan por la transparencia y la regularización de los márgenes comerciales. |
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