Aunque el bloom de las cianobacterias se desató este verano en el Embalse de As Conchas, en la cuenca fluvial del río Limia, no es este el único encoro ni el Limia el único río en el que hace ya 22 años que empezaron a detectarse episodios de eutrofización de las aguas de ríos y embalses ourensanos. Hace ahora 5 años, el 4 de octubre de 2006, un técnico de la entonces Confederación Hidrográfica del Norte ya advertía de tales extremos en un documento que consta en el Ministerio de Medio Ambiente, ahora también de Medio Rural y Marino.

El documento advertía de que desde 1990, año en el que se había creado la Confederación Hidrográfica del Note, "se han venido observando episodios de proliferación masiva de algas en los embalses". Y aunque este 2011 tales episodios se han desatado con virulencia en el de As Conchas, por entonces era el de Castrelo de Miño el que mayores riesgos representaba.
El informe de octubre de 2006 imputaba los riesgos de eutrofización de las aguas del Miño en el encoro de Castrelo a "los vertidos sin depuración procedentes de la ciudad, y las aportaciones de diversas fuentes tales como mataderos de vacuno, porcino y aves que vertían directamente al cauce", y que "ejercían una tremenda presión sobre el embalse, y así fueron detectados episodios de crecimientos masivos de cianobacterias".

Este informe de hace cinco años que firmaba el técnico de la Confederación Hidrográfica del Norte, Alberto Bueres García-Junceda, relacionaba claramente la detección de cianobacterias con la actividad de los mataderos río Miño arriba, así como con los vertidos de la ciudad que llegaban al cauce fluvial sin la debida depuración. Y también aludía a problemas por entonces con las autoridades del vecino Portugal, al señalar que "las floraciones masivas turbinadas río abajo se detectaron en la desembocadura del río Miño, en el tramo internacional", lo que causó hace ya cinco años "una gran alarma en los municipio españoles y portugueses".

La Confederación Hidrográfica del Norte, de la que dependían las cuencas fluviales de Galicia hasta la aparición de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, sabía por entonces de episodios de proliferación algas en otros embalses de la provincia de Ourense.
El informe de dicho organismo de cuenca advierte de episodios de este tipo en los de Cachamuiña y Castadón, ambos muy próximos a la capital, de los que se abastece de agua la ciudad aunque "estos dejan de ser utilizados para el abastecimiento durante los meses de verano".
El informe señalaba que ambos "todos los años presentan crecimientos de cianobacterias de la especia Microcystis aeruginosa y también Anabaenas".

En el caso de As Conchas, la situación hace cinco años no era tan preocupante como en los embalses anteriores, y el infore únicamente recogía que "a partir de mediados de agosto, la Estación Automática de Alerta de Ponte Liñares ha registrado picos de ortofosfatos qeu han terminado por entrar en el embalse, lo que ha dado como resultado un crecimiento masivo de Microcystis aeroginosa a finales de este mes".