40 minutos necesitaron los grupos del Concello de Ourense para, finalmente, ratificar lo que de antemano se sabía: la no urgencia del pleno extra de aprobación de la modificación presupuestaria de 8,6 millones de euros que tendrá que aguardar a mejor momento, seguramente al pleno de septiembre del primer viernes de mes.
El asunto que motivava el Pleno no llegó a debatirse, lo que no quiere decir que no hubiera debate, el que consumió los mencionados 40 minutos en reponer y escenificar viejos argumentos y calificativos tan conocidos por todos como estériles.
En una situación normal, el regidor municipal se hubiera ceñido exclusivamente a votar la urgencia de la sesión para, en caso de aprobarse, pasar al asunto objeto de la sesión plenaria. Por contra, el alcalde y presidente de la sesión, Agustín Fernández, fue el que más tiempo consumió en su turno para rebatir los argumentos de la oposición.

De este modo, sólo Democracia Orensana se limitó a dejar constancia, someramente, de su negativa a reconocer la urgencia del Pleno. El BNG volvió a incidir en la necesidad de un Plan de Emprego del Concello en el año en curso, mientras el PP insistió en que el hecho de hallarse la Corporación reunida radicaba en la "incapacidade" el Gobierno municipal para aprobar los Presupuestos de 2013. "Do contrario, esto non ocurriría, señor alcalde", apostilló en más de una ocasión Rosendo Fernández.
Por su parte, el Gobierno municipal, tanto su portavoz, Vázquez Barquero, como el propio alcalde, trataron de cargar la responsabilidad de que el Concello no pueda operar con la diligencia que quisiera el Gobierno al tramitar las ayudas a las asociaciones en la negativa de la oposición a aprobar la modificación presupuestaria. Algo que nacionalistas y populares rechazaron una y otra vez.

A las once menos cuarto de la mañana, Agustín Fernández dio paso a la votación de la urgencia de la sesión que fue rechazada por la mayoría de la oposición, y el pleno finalizó no sin haber comenzado pero sí sin haber entrado en el único asunto que sostenía su convocatoria, la modificación presupuestaria de 8,6 millones de euros. De los que 6,2 se consignarán a amortizar deuda de la propia Administración local.