Un nuevo vertido al río Barbaña produjo la muerte de entre 200 y 300 alevines de boga, según ha denunciado el colectivo Ríos Limpos.
El nuevo vertido se habría producido a la altura de la depuradora de San Cibrao, de nuevo, sin que hasta el momento se haya determinado con la suficiente concreción y autoridad que tal se ha producido a la salida de la misma.
Agentes del Seprona y técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil han tomado muestras de las aguas para determinar la clase de contaminación que sufren las aguas, que se tiñeron de color marrón causando, como queda dicho, la muerte de hasta 300 alevines de boga.

De todos modos, Ríos Limpos ha responsabilizado de este nuevo vertido a la Confederación Hidrográfica por no poder el debido empeño en preservar al Barbaña de este tipo de acciones que se siguen sucediendo con excesiva gravedad y reincidencia, y ha cuestionado también el proceder del Gobierno municipal de San Cibrao das Viñas al que responsabiliza de la demora con la que están marchando las obras de la nueva depuradora. El colectivo acusa a organismo de cuenca y Concello de "insasez temeraria".

En declaraciones a los medios de comunicación, el alcalde de San Cibrao, Pedro Fernández, señaló que la depuradora estaba funcionando con normalidad cuando el incidente se produjo, y que los técnicos determinaron el perfecto estado de las aguas que eran, incluso, "aptas para beber", según el alcalde.
Fernández se inclinó por la posibilidad de que la contaminación fuera originada por un vertido directo al río sin pasar por la depuradora.