La necesidad de articular una política consensuada frente al fuego capaz de reaccionar contra la plaga incendiaria, el monocultivo del eucalipto y los recortes, ha sido uno de los ejes de encuentro de la jornada Os incendios forestais na UE. O negocio do lume celebrada a lo largo de todo este sábado en la capital ourensana, organizada por el Grupo Parlamentario de Esquerda Unida Europa/Esquerda Verde Nórdica y Alternativa Galega de Esquerda en Europa, AGEe. Un centenar de personas tomó parte en esta jornada que se celebró en el Auditorio Municipal de la ciudad, en la que la eurodiputada Lidia Senra denunció que "nin dende as administracións nin desde nos medios de comunicación se traslada á sociedade o debate sobre cales son as causas que hai detrás do lume".

Senra reflexionó sobre el hecho de que aún no hace mucho se hablaba y se debatía sobre quiénes se beneficiaban de los incendios forestales, de la especulación urbanística y de los precios de las maderas de las quemas, entre otros extremos inherentes al negocio del fuego. Sin embargo, "agora eu teño a impresión de que toda explicación de reduce a que hai un problema de piromanía xeralizada no mundo, e iso non é certo", señaló la eurodiputada de AGEe. E indicó que allí donde la agricultura pervive y hay personas que trabajan la tierra para producir alimentos, "aínda que o lume prenda é máis difícil que avance". Luego, señaló Senra, además de la piromanía el fenómeno incendiario tiene mucha relación con "a situación de abandono e as políticas agrarias que baleiran o medio rural".

Todos los que intervinieron en esta jornada coincidieron en que son precisas políticas que promueven la vida en estas zonas como la mejor medida de frenar el fuego valorizando el suelo, "políticas que promovan a vida nestas zonas e a instalación da xente na agricultura e na gandeiría en todo o territorio como forma de loita contra o lume". El técnico forestal ourensano, Xosé Santos Otero, aludió en su intervención a que en Galicia llevan ardidas este año 17.676 hectáreas de monte (según datos de la propia Xunta de Galicia), 3.300 de ellas en el Xurés, "máis do que ardeu en todo 2014 e 2015, se en Francia tiveran ardido este número de hectáreas, o goberno xa tería dimitido", afirmó.

Otros intervinientes en la jornada dieron cuenta de situaciones particulares que concurren en este mismo fenómeno en cada uno de sus países. Así, la brasileña Bárbara Loureiro señaló que en Brasil se contabilizan una media de 178.000 focos cada año, y casi la mitad de esos incendios son causados para ganar cultivos de azúcar, café y soja para la exportación. En Grecia, Kostas Siampanopoulos explicó como la deuda pública griega y las políticas de austeridad y recortes para poder pagarla afectan a la capacidad del Estado para controlar los incendios. Y el portugués Alfredo Campos destacó que en Portugal ardió este año el 54% de lo que ardió en toda Europa, y no por ello "Portugal somos unha colonia de psicópatas que se xuntan para plantar lume, hai que buscar aos responsables das nefastas políticas forestais que favorecen os intereses da industria do lume".