Entramos en el mes de junio y lo que para algunos estudiantes es sólo el fin de curso, para otros es el comienzo de una nueva etapa, el fin del Bachillerato y el paso a la Universidad. En este mes los alumnos de segundo curso de Bachillerato se enfrentan a la prueba que les abre el camino a la Universidad: la Selectividad. Desde siempre los estudiantes, incluso los mejores, han temido enfrentarse a esta prueba. Buena muestra de ello es el índice de suspensos: un 40% de los presentados a la última convocatoria de septiembre no llegaron a alcanzar la nota mínima.

 
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1 de JUNIO de 2009: OURENSE DIXITAL

Para ayudar a los alumnos que suspenden en septiembre y que se quedan a las puertas de la Universidad, algunos centros de formación, como Postal Instituto-Idiomas, ofrecen la posibilidad de preparar la Selectividad durante un curso escolar, empezando en octubre y finalizando en junio. A este curso de preparación no sólo acuden alumnos que suspendieron el selectivo en septiembre, sino aquellos que habiendo obtenido el aprobado no consiguieron alcanzar la nota mínima precisa para hacer la carrera deseada. Así, vuelven a presentarse para subir nota. Esta formación se plantea como un curso escolar, con horario continuado y con preparación de todas las materias a las que se tendrá que enfrentar el alumno. Además se realizan tres evaluaciones de control a través de las cuales los alumnos miden sus posibilidades al tiempo que se acostumbran a la rutina del examen.

Hay también otro tipo de alumnado que acude al centro justo cuando se acaba el curso escolar, a mediados del mes de mayo: son los alumnos que han cursado por primera vez segundo de bachillerato y que son conscientes de que es necesaria una buena preparación. Creen que no basta con lo aprendido en el colegio o el instituto y prefieren ir con más garantías. Estos alumnos acuden a Postal Instituto-Idiomas conociendo nuestros buenos resultados (100% aprobados en la última convocatoria de junio), y sabedores de que en ese mes que les queda hasta la selectividad, que este año se desarrollará los  días 17, 18 y 19 de junio, van a poder hacer un repaso de cada materia, van a realizar los tan temidos comentarios de textos y van a someterse a  exámenes tipo de cada materia.

Pero además están los que alumnos que retomarán su formación el 15 de junio: son los alumnos que han cursado segundo de Bachillerato, pero que han dejado alguna materia de la que tendrán que examinarse en septiembre. Para estos alumnos nuestro centro planifica un cursillo de verano, en el que se imparten todas las materias de todas las opciones en un horario continuado de ocho de la mañana a tres de la tarde. Nuestro consejo siempre es el mismo: que el alumno prepare con más intensidad las materias suspensas pero que venga a clase de todas las materias necesarias para ir bien preparado a la Selectividad. Nuestro 75% de aprobados en la última convocatoria de septiembre lo corrobora, ya que estamos 15 puntos por encima del porcentaje de aprobados en nuestra provincia, teniendo en cuenta, además, que hablamos de alumnos con una media de cinco materias suspensas.

En los últimos años hemos detectado cierto cambio en el perfil de los alumnos de Bachillerato: por un lado el nivel con el que acuden al centro es menor y el número de materias suspensas es mayor. Tenemos una media de cinco materias suspensas por alumno, pero además las opciones y materias elegidas también han variado. Si hace unos años el mayor número de alumnos cursaba el Bachillerato Tecnológico, hoy los alumnos huyen de materias como el Dibujo, la Física o las Matemáticas, y acuden más al Bachillerato de Ciencias de la Salud, aumentado las optativas de Biología, Química y Ciencias de la Tierra. Pero aún así el mayor número de alumnos está en el Bachillerato de Ciencias Sociales, con un incremento de materias como Economía y Geografía, y a su vez una disminución en el número de alumnos de Latín y Griego, materias propias del Bachillerato de Letras.

Además de este cambio de tendencia, también estos últimos años se nota un aumento de alumnos de ESO y Bachillerato que quieren clases de materias como Historia, Filosofía, Biología, que clásicamente eran poco demandadas porque se basaban más en el estudio.
Podemos decir que esto nos ha obligado a planificar nuestros cursillos de verano de forma diferente, adaptándonos a las necesidades de cada momento, pero siempre manteniendo la calidad de la enseñanza, el control del estudio y la motivación necesaria para conseguir el objetivo: superar las materias suspensas en septiembre.

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