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| Las aulas del verano |
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| 4 de AGOSTO de 2009: OURENSE DIXITAL |
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Los más pequeños invierten parte del tiempo en acercarse a las nuevas tecnologías, los idiomas o la mecanografía. Los padres consiguen así organizar su tiempo y ellos llegan a casa, cada día, con cosas nuevas que contar.
Así son los cursos infantiles de verano de Academia Postal. Una alternativa que, combinada con campamentos y viajes, contribuye a redondear el descanso estival de los más pequeños de la casa. Quienes deste luego tienen mucho que contar son los profesores de Academia Postal que se encargan de “veranear” con estos niños. Nos cuentan cómo afrontan este tipo de formación, en la que tienen contrastada experiencia.
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Es el caso de Marisol Castro, que además de trabajar con adultos, ha compartido clases con muchos niños a lo largo de los últimos 16 años. “Este ano os nenos teñen idades moi variadas, desde 8 anos os máis cativos ata 15 os máis grandiños”, explica esta docente, que asegura que el número óptimo de alumnos por clase es de 15. En el mes de julio ella ha trabajado con un grupo de doce. Por su experiencia, considera que los 7 años es la edad ideal para iniciarse en la mecanografía: “Son idades nas que aínda non teñen adquiridos malos hábitos á hora de escribir e cústalles menos a aprendizaxe, pola contra canto máis maiores non é tan doado deixar de lado todos eses hábitos para adquirir os novos”. Y es que hay que recordar la capacidad de aprendizaje que tienen los niños, sobre todo en determinadas cuestiones. La profesora de Academia Postal lo explica así: “Xa se sabe que os nenos, en xeral, coas cousas novas e coas novas tecnoloxías cústalles menos que ás persoas adultas. Teñen máis capacidade de concentración e aprenden con máis facilidade. Temos nenos que todos os veráns veñen un mes e é sorprendente que antes de esquecerse cando veñen o seguinte verán, teñen incluso máis velocidade. Hai que pensar que aos cativos encántalles facer cousas novas e o de escribir con bolígrafo xa o fan a cotío, así cando poden póñense ante o ordenador e escriben, entón están practicando constantemente e é o modo de non esquecerse”.
Aprender puede ser un fin en sí mismo pero, desde luego, la idea es que los chavales saquen partido a los conocimientos obtenidos durante el verano. “A veces comentan que algúns profesores xa lles piden que entreguen algún que outro traballo a ordenador. Como é unha cousa nova, failles moita ilusión podelo facer eles mesmos” explica Marisol que, respecto al verano 2009, asegura que las clases están siendo muy amenas y que, de hecho, hay alumnos que ya preguntan si pueden regresar a clase tras las vacaciones. “Gústalles facelo ben e están pendentes dos seus compañeiros mirando se teñen máis o menos faltas ca eles”, añade la profesora. Y es que, al fin y al cabo, son como niños.
Academia Postal no oferta únicamente clases tradicionales de mecanografía. En verano se diseñan paquetes formativos específicos para los más pequeños en los que se incluyen otras materias, como los idiomas y las nuevas tecnologías. Pilar es una de las profesoras que se encarga de acompañar a los niños en el aula de informática. Coincide con su compañera en señalar los 7 años como edad adecuada para iniciarse en determinadas aplicaciones informáticas, seleccionadas especialmente para cada tipo de alumno. Pilar lleva cuatro años impartiendo este tipo de formación estival, a niños de entre 10 y 13 años, y a lo largo de este tiempo ha llegado a sus propias conclusiones en lo que respecta a la motivación de sus alumnos: “A maioría dos nenos veñen con moitas ganas e ilusión e non me parece que veñan obrigados. Creo que ademais de sacarlle proveito e aprender, pásano ben e fan novos amigos. Son moitísimo máis receptivos que os adultos en canto ao manexo das novas tecnoloxías, o rato, o teclado... E os que repiten, gardan coñecementos dos anos anteriores aínda que sempre é conveniente refrescarlles un pouco a memoria”. Muchos de esos alumnos, los que regresan puntuales a su cita veraniega en Academia Postal, aseguran que los conocimientos adquiridos les resultan útiles aunque según Pilar, todavía son pequeños. La docente está segura de que, con el paso de los años, y de los cursos, se notará más la base de la que disponen.
Aprender es uno de los objetivos de estos cursos pero los niños, además, disfrutan en el aula. Para su profesora, el hecho de que la actividad se oferte por quincenas permite una gran variedad de fechas y contenidos. Al respecto de esto último, asegura: “O que é moi importante é que os cursos estean de acordo coas demandas existentes e que sexan cursos actualizados aos avances das novas tecnoloxías que, como é ben sabido, evolucionan a pasos de xigantes”. |
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