Pidiendo disculpas por esta ausencia prolongada por motivos vacacionales, estoy otra vez con ustedes analizando la actividad política de los últimos días acontecidos en A Limia.
Y como no, tenemos que volver otra vez a las huestes del PP en la comarca. Nuevo vuelco, en parte previsible y previsto, pero los acontecimientos últimos han cobrado un ritmo distinto al que parecía marcado, por lo menos para el interesado.

Parece ser que a Paco de Rairiz, aquel del que el Ándase hablaba hace poco de que los vinos los tomaba últimamente con Xaquín “el meteorito”, acabaron por sentarle mal las rondas. Seguro que el vino no era de ninguna de nuestras fenomenales D.O. orensanas. Tal fue así que parece que el control de alcoholemia lo cogió “conduciendo” por carreteras poco aconsejables.
A Paco, el cabeza de lista del PP, no será porque no le avisaran hace ya tiempo de que le estaban haciendo cama, no faltó quien se lo dijera, pero se reía diciendo que él era el que mandaba en el PP de Rairiz.
Pobre hombre, ahora que parece que aquellos malos augurios resultaron ser verdad.

También alguien puede interpretar que otra vez más se repite la historia de que “Roma no paga a traidores”, y también esto podría ser.
Parece ser que el sábado pasado en Santiago en la reunión de PPeros, Paco pretendía ponerse gallito y lo mandaron ir a la sede de Progreso el lunes para que le explicaran la situación. O, mejor dicho, “su situación”, que no era otra que la de que el partido no solo no contaba con él para encabezar la lista, si no que no contaba con él para nada, que Xaquín, no quería que él fuera en la lista, por lo que ni agradecimientos por los servicios prestados ni nada por el estilo.

Todos sabemos que al enemigo cuando se tiene entre las cuerdas es conveniente rematarlo, por luego puede surgir el momento en que él acabe con uno. Esto fue que le ocurrió al pobre de Paco. Tuvo en su día entre las cuerdas a Xaquín, y en vez de rematarlo simplemente lo dejó maltrecho, luego ayudó a su recuperación en la UVI y ahí está lo que ocurrió.
En estos momentos Paco, ya no aporta nada al partido en el Concello de Rairiz y el PP lo cambia por Xaquín esperando mas réditos de la operación. Y el problema para Paco es que lo que antes ofrecía a todos, que era la relación con el presidente del partido por trabajar en la Diputación, ya no sirve. Y además no solo él si no también su pareja, que parece que tiene el mismo patrón.

Paco, se siente pero tú te lo has buscado. Queda por saber con quien tomarás vinos en los pocos plenos que le quedan a esta legislatura. Hasta la próxima y descansa políticamente en paz, puesto que el esfuerzo de estos últimos años fue mucho y muy duro.
Aunque, por lo que se ve, no ha dado sus frutos y se perdió la cosecha.
También es verdad que esta comarca de la Limia no es famosa por sus viñedos.