La locura

 
  
 
  Esta locura de muertes que nos invade, de guerras incomprensibles, de intereses turbios, de proclamas y panfletos, de hambrunas y de sequías, de exterminios y religiones, de expolios y juicios, de torturas y cárceles, de exiliados e inmigrantes, de mujeres asesinadas, ultrajadas, esta locura de insensateces y carros de combate, de insultos y banderas, de tristeza y amargura, de soledad y de huidas, esta locura de trenes que revientan y de ejecuciones, de lujos inmorales y de perversión, de himnos y de intolerancia, de fobias asesinas, de medallas y de inciensos, esta locura, este todos contra todos que nos coge siempre en medio, esta mitad del planeta contra la otra mitad, esta tierra expoliada, los mares contaminados, la hambruna y las epidemias, el blanco y el negro, oriente y occidente, la miseria, esta locura de pobres y de ricos, de manifestaciones y del G-8, de continentes que agonizan y de continentes que engordan, el nombre de los dioses, los infinitos nombres de satán, los gobernantes y los terroristas, las guerras preventivas, esta locura continua de odios y de nacionalismos indecentes, la ceguera de un mundo que se precipita hacia la nada, los gritos de terror y los lamentos, el principio sin fin de tanto desconcierto, las bombas nucleares, esta absurda locura en la que nos movemos, los autobuses que vuelan por los aires, los suicidas que se inmolan, las ablaciones y la pena de muerte, las medallas en los pechos condecorados, los monstruosos intereses ocultos, el desequilibrio, los bancos, las bolsas y los índices, el euro, el dólar, el yen, las limosnas, la pistola y la espada, la cruz y la media luna, la hoz y el martillo, los símbolos, las hostias y el pan ácimo, esta locura de miembros desgarrados, de suplicios insufribles, esta locura, la innominada geografía del horror, Londres, Madrid, Bagdad, Freetown, los campos de exterminio, los dictadores, los sátrapas, los iluminados, los alfanjes y las ametralladoras, los púlpitos y los senados, la mezquita y la iglesia y la sinanoga, los escenarios del demonio, esta locura de gentes que huyen, que corren, que gimen, que maldicen, los altares y la santidad, las homilías y los discursos, los huérfanos y los refugiados, los barcos atestados de gentes que nunca llegan a puerto, el paraíso prometido, esta locura que se ha instalado en medio del mundo y que hace girar el planeta de forma enloquecida e imparable, esta puñetera locura en la que nos hemos convertido, esta maldita locura que ahora somos.  
 
  
 
     
 
  
 
 
J. M. Pérez Álvarez, 2005