A fecha de 13 de abril, a 41 días de los comicios del 24-M que repondrán o cambiarán gobiernos municipales, 52 concellos de los 92 de esta provincia disponen de presupuestos de 2015. Aún sumándoles los que están ya aprobados inicialmente pero pendientes de aprobación definitiva y su correspondiente publicación en el BOP, difícilmente en Ourense no menos de un tercio de los concellos de esta provincia finalizarán mandato sin tener que recurrir a los de 2014 prorrogados.

Algunos, Orense capital y Rairiz de Veiga, por ejemplo, lo hicieron a las claras, pero otros lo hacen tácitamente. Y en el caso de otros, como Vilardevós y Carballeda de Valdeorras, era previsible si se tiene en cuenta que aprobaron los de 2014 a punto de concluir el año y los publicaron los días 26 y 28 de diciembre. Nada que ver con lo establecido por ley que fija la aprobación de unos presupuestos municipales siempre antes de concluir el ejercicio anterior. De los mencionados 52 que disponen a día de hoy de presupuestos de 2015, sólo 9 los aprobaron antes de finalizar 2014, con lo que iniciaron año con las cuentas operativas: Allariz, Barbadás, Castrelo do Val, Coles, Cualedro, Montederramo, A Teixeira, Toén y Viana do Bolo.
Allariz fue el primero en disponer de presupuestos para 2015, que publicó el 29 de noviembre de 2014.

Maceda, y A Pobra de Trives no aprobaron un sólo presupuesto en todo el mandato que concluye

En el polo contrario y más distante de lo que establece la legalidad, se encuentran en esta provincia 7 concellos: finalizarán mandato recurriendo a prorrogar presupuestos anteriores, incluso, a los de 2014.
Los casos más extremos son los de Maceda, A Pobra de Trives y A Mezquita. Los tres tienen en común, además de esto, sus gobiernos municipales en minoría.
El caso de Maceda es el más extremo: el Concello funciona con los Presupuestos de 2009 prorrogados un año tras otro. Es decir, el actual Gobierno nacionalista que encabeza como alcalde Xabier Oviedo, no aprobó en todo su mandato un sólo presupuesto.
Otro tanto le ocurre al de A Pobra de Trives, que funciona con el Presupuesto de 2010. Mientras que el presupuesto vigente en A Mezquita es el de 2011, aunque ya aprobado por el actual Gobierno y su alcalde.

Con los presupuestos prorrogados de 2012 siguen funcionando a día de hoy los concellos de Carballiño y Celanova. Argimiro Marnotes, pese a su cómoda mayoría de Gobierno, sólo aprobó un presupuesto del Concello de O Carballiño en los cuatro años de su mandato. El caso de Celanova es distinto, por cuanto José Luis Ferro, el actual alcalde, sucedió a Antonio Mouriño y, nada más ocurrir, el Gobierno municipal perdió la mayoría.
Manzaneda y A Merca funcionan con los presupuestos de 2013, obviamente también prorrogados.

En tales casos, el trabajo que no hacen los munícipes (políticos) lo tienen que hacer los técnicos, Secretaría, sobre todo, e Intervención. Teniendo en cuenta que el total de gasto e ingreso presupuestario no puede variar, es inevitable e imprescindible parchear todo lo necesario para, con el mismo dinero, paliar las variaciones que se producen en las diferentes partidas presupuestarias. A golpe de modificaciones de crédito, los técnicos han de evitar lo mismo impagos que parálisis de servicios municipales, trasvasando partidas de dinero de donde las haya a donde se precisen.
Una labor que, reconocieron varios, año tras año ha provocado en algunos casos que los presupuestos iniciales sean a día de hoy "irreconocibles", y que de ellos no permanezca más que el total de Gasto e Ingreso presupuestado. Todo lo demás ha mutado más que cambiado.